Vivir cuesta.
Lo primero es salir airoso
en la carrera de los espermatozoides que es a muerte.
200 ó 300 millones comienzan en la disputa,
y solamente uno logra fecundar
el óvulo,
salvo cuando se dan gemelos trillizos, etc.
Y después sigue la vida en sus diferentes etapas y escenarios.
Es una dura cotienda,
una carrera de aciertos y errores
en que toda equivocación se paga.
Y aunque el olvido es un excelente anestésico,
la huella de lo vivido va quedando indeleble
en el ánimo y el cuerpo.
Y tiene uno que andar atento
para que no lo estafen o lo asalten
en la calle.
Y el costo de la vida es cada vez mayor.
Y el fútbol que podría ser un desfogue, está peor cada día.
Y la política, con lo mal que ha andado siempre, ahora ha empeorado con el jaguar.
Y aún así se aferra uno a la vida
como mono en ventolera.
