Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Un ejemplo a seguir

Todos tenemos por delante
un tiempo limitado,
mejor dicho,
los días contados.
En términos de lo posible,
los viejos llevamos delantera.
No quiere decir ello que,
de seguro,
llegaremos primeros a la meta,
pero es lo más probable.
Sin duda cuentan las circunstancias,
las formas de ser, el tipo de vida
y el azar.
Viene al caso la vida de John D. Rockefeller,
quien a los 50 años de su edad
era el hombre más rico del mundo;
en valores de hoy lo sería también, más que Elon Musk.
En vista de que fue aquejado por varios males de salud,
alopecia (se quedó calvo por las preocupaciones),
problemas digestivos y trastornos nerviosos,
se retiró a los 58 años y dedicó el resto de su vida
a la contemplación y la filantropía;
donó más de 500 millones de dólares de entonces.
Y fue así,
contra todo pronóstico,
que alcanzó a vivir hasta 98 años de vida.
Se ve claro que a este señor lo salvó de sus males
y de una muerte temprana,
la generosidad.
Es un ejemplo a seguir,
cambiando lo que hay que cambiar,
en este mundo de dolor
y extrema pobreza para tanta gente.