Somos como somos.
La vida prenatal y de niño
es inconsciente.
No quedan recuerdos,
solo nubarrones, sobresaltos.
Somos ignorantes de lo que fuimos,
durante todos esos años.
Caldo de cultivo
de lo que hemos venido a ser.
Y por más psicoanálisis
y otras técnicas modernas,
no hay solución.
Viviremos ignorantes
de nosotros mismos.
Qué ironía.
Pensadores como Sartre o Foucault, lo que recomiendan es reinventarse a uno mismo.