El sentido de la vida es
darle sentido a la vida,
que viene de origen sin sentido
alguno,
salvo el de perdurarse a sí misma.
No es cuestión de aprovechar la vida
sino de darle provecho.
No vivir a la manera de un depredador,
sino más bien
como el sembrador en su parcela.
Y cuando llegue el momento del fin
y haya que dejarlo todo aquí,
partir entonces sin amargura
y con la satisfacción del deber cumplido.
