Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Y seguir tropezando en ella…

Despierto a deshoras
de la honda noche.
Libando unos alcoholes para tranquilizar
la bestia del desasosiego.
Eso me pasa
por condescender a los tequilas.
Y es que uno
lleva necesariamente al otro,
y al otro.
Es una cadena que cuesta romper.
Es como tropezar en la misma piedra y seguir,
aficionado,
tropezando en ella.