Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Y después nada…

Una vez muerto uno
cesaron el dolor y las ansias.
Es en vida cuando nos aquejan
las preocupaciones
y el afán por el bien propio
y ajeno.
Hay que obrar sabiamente
en vida,
una vez muertos nada que hacer.
Todo en vida,
antes y después nada.