El tiempo,
no sé si es realidad o es ilusión o simplemente un caos inextricable.
Nuestra vocación es ir hacia adelante, en pos del futuro.
Y en ese afán colisionamos de frente con el tiempo que viene
acuñado en momentos,
como redondos meteoritos
que van cayendo vertiginosos en el pasado.
Y ahí permanecemos, atascados en el momentáneo presente que surge
de esa colisión cinemática.
Y solo mentalmente en retrospectiva, acatamos a ver el fogonazo del instante que no cesa de acaecer.
Así es la vida,
un continuo ininterrumpido de instantes que pasan,
como si fuera un único y solitario instante.
Qué vida la nuestra,
tan compleja, tan atribulada, tan semejante a una ilusión, pero tanto que la quiero.