Pasan los días
y pasan vacíos,
sin nada para escribir.
Hace días que me sucede
y no encuentro la solución
a esta carencia literaria.
Mi mejor manera de ser es
escribiendo, lo sé
y necesito acabar con esta sequía.
Es de importancia existencial para mi.
Los asuntos abundan,
pero hay que traspasar la valla invisible,
para acceder al mundo de lo literario.
Y se me han olvidado
las palabras mágicas que hay que pronunciar.