No vemos lo que vemos.
Compensamos nuestras deficiencias visuales con la ilusión.
La realidad que vemos es
la realidad que vemos,
no la realidad huérfana y pura.
Es una construcción inteligible
que procesa el cerebro complice,
la edificación que surge
de nuestra parcial relación con el mundo.
Nuestro mundo en el mundo.