Persona quiere decir máscara en latín.
Y eso apunta a algo tan cierto
que no puede ser casual.
Y es que los seres humanos,
cada quien en su forma y medida,
para la actuación en el mundo, utilizamos distintas máscaras,
según sea el caso.
Es una destreza o condición natural, así somos.
Porque nuestra condición ontológica es plural,
y cada versión de esa pluralidad,
se expresa mediante máscaras.
Abogado, médico, futbolista, ama de casa, jardinero, vendedor, etcétera.
No por otra razón es,
que tenemos dificultades
cuando trata uno de saber quién es.
Siendo la condición ontológica del individuo plural,
a la hora de actuar,
la persona hace uso de esa pluralidad,
que es su índole natural
y que llamamos máscaras.
Nuestra individualidad es una condición aparencial,
que dificulta el conocimiento de la persona.
