Hace tiempo llegaron a mi
los malos años,
los seniles.
Vivo mi vida solitaria
y procuro acompañarme
de buenas lecturas.
Cocino y me gusta comer
sencillo y bien.
Mi vida es monótona,
un día si y otro también.
No hay novedades
ni aventuras heroicas.
Pero la literatura me brinda generosa
su mágico refugio.
Y los modestos versos que escribo
y que limpio y pulo
con dedicación de artesano,
me prodigan la dicha
de la realización personal
y el deber cumplido.