¿Cuánto tiempo más?
Sudo
Alberto Avilés
¡ Libre !
La costumbre de esta jaula es tan fuerte,
que no me atrevo a abandonarla.
He deseado siempre que vuele mi cóndor
y continúo pidiendo permiso al viento.
Frente a mi destino:
se abre un acantilado;
el sol me invita a abrir las alas
y las olas aplauden.
La necesidad escala el arrecife
en el fondo de mi anhelo;
la ilusión surge como lava,
la paz es una caricia que se rompe.
Una ola inmensa se aproxima,
repito Tu Nombre:
una fuerza brota…
y salto a las aguas de Tu cielo.