A través de los claros del tiempo,
llego a la otra orilla del día.
Y se inicia una nueva travesía,
la de la negra noche.
En tiempos ya idos para mi
venía la jornada universitaria,
o la reunión de amigos,
o la furtiva conquista amorosa, en fin,
era el tiempo de vivir
la otra cara de la vida.
La lúdica, la furtiva, la de la fiesta.
Tenía entusiasmo y expectación.
La juventud da para todo.
Hoy día es muy distinta la vida para mi.
Éstas son horas de refacción y reposo.
Previas al sueño.
Ni por asomo se me ocurre salir de casa.
Todo tiene su tiempo y lugar.