Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Categoría meramente humana

El destino es la ancha ruta marcada
que va de principio a fin,
por donde transitan las grandes mayorías.
Las vicisitudes y contingencias
son parte constitutiva
de esa trayectoria previsible,
involuntaria,
repetida hasta el aburrimiento.
Algo muy distinto es el sendero que van marcando
paso a paso las personas,
como producto de su visión de futuro
y de su voluntad.
El punto de partida es el mismo
para todos.
Para unos el fin está firmemente anclado en el porvenir,
y son llevados como en vagón de ferrocarril.
Para otros, los menos,
el puerto de arribo es un propósito,
un afán en ejercicio, un reto,
un desiderátum.
La ruta se construye con esfuerzo y previsión
día a día.
El tiempo es una dimensión inexistente en el Universo,
una categoría meramente humana,
que debemos construir
a base de voluntad.