Autor: Roderico Rodríguez
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Leer, escribir, vivir.
Todos esos años viviendo a todo tren, buscando el destino, ansioso, deseando llegar, sin saber a ciencia cierta dónde. Ahora siento que he llegado y aquí me quedo. Leer, escribir, vivir.
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La mejor forma de vivir
Un día sí y otro también de principio a fin. Tiene uno que estar alerta para no caer en la rutina que aburre y cansa. En lo personal, he sido favorecido por la construcción y la lectura, que tienen de todo menos aburrimiento. Y que tanto una como la otra son tan instructivas. Es cuestión…
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Misteriosas Compensaciones
Es curiosa esta vida y plena de contrastes y misteriosas compensaciones. Y pongo por caso que yo viví raudo, a grandes dosis, y alcancé los 80 en un dos por tres. Pero ahora, pasada esa edad, cuando por acaso veo la fecha en el calendario, me parece mentira que el tiempo avance tan lentamente.
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El barro de los días…
Inevitablemente vivimos oyendo los ecos apagados de la mágica vida fetal y de niño. Tratando de descifrar lo indescifrable. Un destino que sabe a condena. El único camino viable es hacerse a uno mismo con el barro de los días. Darse forma, construirse en el camino, a imagen y semejanza de nuestras aspiraciones. “ y…
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Tío Lalo
Una vez mi tio Lalo, mi único tío, me dijo, viéndome a los ojos, “Mano, yo ya quiero morirme”. Hoy lo recuerdo agradecido, como una lección de vida para la muerte.
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Terapia
Que la poesía es terapéutica es la pura verdad. Me sucede cuando releo escritos míos de hace meses o años, que me decepciono y me propongo no insistir más en el error. No volver a escribir nunca más. Soy sincero en mi reacción y mi propósito. Pero claudico, siempre recaigo. Y es que escribir para…
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Imprimo sentido a mis actos
El alba está ya recostada en la ventana. Lista para entrar y abarcarlo todo con su luz cenicienta. Me toca despabilarme y emprender la jornada. Es lo mismo cada día. Le imprimo sentido a mis actos, o, comodón, me dejo ir por el resbaladero de la rutina. La vida no tiene sentido, salvo el que uno le imprima…
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Majestuoso Arrullo Musical
Llueve Llueve uno de los últimos aguaceros del invierno. El agua cae copiosa sobre el techo de la casa y las copas de los árboles. Se oye como si ardiera en llamas el monte. Un majestuoso arrullo musical. El agua es vida. Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva.
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Las carreras de la construcción…
Ya esta en el vano de la ventana la tierna luz tintineante. La noche pasó rauda y viene el día con su tropel. Me toca el ir y venir de la construcción. Hoy iniciamos con el piso exterior de la casa de Lucía. No podré abrir el libro siquiera. Me gustan las carreras de la…
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Chichí
El tiempo es como la faja de montaje en el establecimiento de la vida. No acaté a saludarlo a Chichí y ahora es imposible porque está muerto. Es de madrugada cuando me asalta ese resquemor. Adormilado tengo que espabilarme. Soy instrumento de la voluntad. El cauce de las letras fluye revuelto. Letra por letra debo…
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No cae la peseta
Me pasan días en que no hay manera de que caiga la peseta de la inspiración. Me voy en blanco. Y eso duele como un golpe seco en la espinilla. Y no es fácil superar el atasco por más empeño que se ponga. La sequía creativa es un fantasma que agobia. Hay que empeñarse para…
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Rabiosamente
Qué ser inextricable es el bicho humano. Clamando todavía a dioses en el cielo y maltratando a la naturaleza en la Tierra, un día si y otro más aún. Y queriendo sacar siempre el mejor partido. Acumulando todo lo que se pueda y si es posible, más de lo posible. Nada que sea en beneficio…
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Atalaya
Se vive. Se vive lo que se vive como se vive. Declives, empinadas cuestas, indiferentes pasajes. Afanes, alegrías, sustos, angustiados momentos. Se vive lo que se vive, no hay quite. Y se llega por fin a la cúspide o sala de espera final. El atalaya desde donde se ve el dibujo borroso de lo vivido.…
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Xinia
No recuerdo muy bien cómo fue que empecé a tratarla. La conocía pero solo de vista. Yo estaba de paso en Esparta por unos días; estaba sin trabajo. Recuerdo que bailábamos abrazados, como queriendo meternos uno en el otro. Me encantaba Xinia. Era la primera vez en mi vida que experimentaba ese sentimiento de turbación.…
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Consumición
Yo he vivido todos los momentos. El drama, el encanto, el amor, lo cotidiano. Todo en mi larga vida lo he vivido. Pero el pero, como diría mi abuelita. Esas cosas vividas lo han sido como una consumición. Han venido y se han ido acarreadas por el instante que no dura. Y es hasta después…
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Antes y después también
La vida pasa y pasa rápido. Nacemos, vivimos y morimos. Antes la nada. Y después también.
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Huellas profundas
He vivido. No recuerdo bien los pormenores, pero he vivido largos años. He vivido y aunque no lo recuerde bien, lo publican las huellas profundas que llevo conmigo.
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Esperando el amor…
He cumplido ya los 80 años y sin embargo vivo esperando el amor. Es un imposible, lo sé. Pero me atengo al refrán que dice que “La esperanza es lo último que se pierde”. Y así voy viviendo los días que es lo que cuenta. Seguiré esperando.
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Dormir y olvidar…
Nada, nada de nada. Una sequía literaria devastadora. Estoy amohinado. Querer y no poder. Necesitar y sucumbir. La mente en blanco y el ánimo caído. A la cama se ha dicho. Dormir y olvidar. Ojalá, de veras, mañana sea otro día.
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Extranjero en la propia alma…
Ser extranjero en la propia alma, exiliado en las propias sensaciones, dice Pessoa con su fulminante lucidez. Y es que somos quienes somos sin saber quiénes somos. La vida prenatal, la niñez y parte de la adolescencia son arcanos para nosotros, introvertidos secretos a prueba de filtraciones. Y esa condición es insalvable, pues nos caracteriza…
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Viajando hacia ninguna parte
Se pone uno a imaginar y se ve flotando en el vacío, encaramado en el Planeta Tierra. Viajando a velocidad supersónica, a través del espacio tiempo hacia ninguna parte.
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Mi primer afán
Un verso, una humilde línea que me ponga en el camino. Eso quiero en la mañana, es mi primer afán. Si lo logro tengo ya listo el avío del día. Y lo demás viene por añadidura. Pero no es gratuito, que va. Se requiere disposición mental y física. Y, he aquí el busilis, desistimiento de…
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Encrucijada
En cada momento estoy en la encrucijada. Es esto o lo otro, por aquí o por allá. Tengo que optar, de lo contrario la riada del tiempo me arrastrará, golpe tras golpe hacia ningún destino.
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Apacible Atardecer
Estrenando mis 80 años en mi casa en la hamaca tranquilo, seguro, en el atardecer de este apacible domingo. Sin pensar que me espera por siempre, solitario, el infinito acantilado del espacio tiempo.
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Qué soy, quién soy
Hace 13800 millones de años desde el Big Bang. El planeta tierra puede tener más de 4000 millones de años. Y la aparición de la vida sobre la tierra unos 4000 millones. Se estima que los primeros homos aparecieron en África hace entre 2 y 6 millones de años. Y nosotros los Homo Sapiens hace…
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Iniciar una nueva vida
Me proyecto en todas direcciones buscando afanoso mi futuro. Estoy en el plató de mis 80 años. Puedo seguir por el mismo camino que desde hace tiempo transito. O puedo elegir un futuro distinto. Son tantos, tan seductores y variados. Hasta puedo iniciar una nueva vida. ¿A mi edad? No estoy seguro. Pensándolo bien, mejor…
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Como si viniera de lejos…
Desde la quieta noche, deslizándome, llego a la fresca mañana. Inmóvil dejo pasar un rato, inconsciente de mí. Y despierto y no sé dónde estoy, ni quien soy. Pasa tiempo hasta que comprendo, que soy el personaje de mi propia historia. Y como si viniera de lejos me doy cuenta que estoy aquí.
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Afortunado y Agradecido
Hoy he llegado a mis ochenta. Cuesta, no es fácil, son años de años día y noche. Pero visto en retrospectiva es en un santiamén. Antes un octogenario estaba ya fuera de circulación; hoy por dicha no es así. Yo todavía me la juego. Las condiciones sanitarias han cambiado para bien. Pero no comparto la…
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Recuerdos
Con el primer albor humeantes vuelven a mi los recuerdos. El amor, el dolor, calles, gentes. Después el sol se encarga de borrarlo todo.
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Liviano
Escribo mis versos para satisfacer mi incurable tequio grafomaniaco. Y sentirme después liviano como una pluma.
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Errores
Los errores que cometo perduran en mi recuerdo y carcomen mi tranquilidad. Es entonces cuando deseo que el tiempo pase raudo, en oleadas que aneguen mi cerebro recalentado.
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Liviano como una pluma
Escribo mis versos para satisfacer mi incurable tequio grafomaniaco. Y sentirme después liviano como una pluma.
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Se paga con la vida…
Pasan días, años, dichas y tribulaciones. Hay que vivir viviendo. Y no es gratuito, se paga con la vida.