La muerte me toma por sorpresa.
Siempre ha sido que los demás se mueran,
y nada que ver yo en el asunto,
salvo como doliente.
Y ahora que estoy en la última fase de mi vida veo mejor
cuánto me concierne.
Y que es conmigo el asunto.
Tengo que aprender.
A güevo, tengo que aprender,
para no irme iletrado.
