Hacia cualquier lado que uno mire ve el espectáculo del mundo que transcurre. (La vida y la muerte que es la vida).
Y lo que ve lo ve, como si lo viera desde fuera.
Pero resulta que uno está dentro del mundo que ve cuando lo ve.
Es decir, que estando dentro del mundo como efectivamente está, se desdobla y se ve dentro desde fuera.
Como si uno fuera uno y el otro, es decir vario, siendo uno a la vez.
Uno y el otro simultáneamente.
Dentro y fuera a un tiempo.
Es una operación ontológica de refinada acrobacia existencial, un galimatías.
Más parece de película que de nuestra vida real.