Es impresionante.
Asombroso.
Terrible.
Ya todo pasó.
La fuerza, el entusiasmo juvenil, la vida misma.
Vinieron y pasaron.
Cuesta creerlo.
Puedo volver la vista
atrás
y quedar petrificado de asombro.
Y confusamente recordar y añorar
cómo todo pasó.
Y la nostalgia para qué.
Es como llevar agua
a los manantiales.