La vida vale la pena vivirla
y ser buena gente.
Hay que apartarse del mundo de
las creencias y los partidos políticos.
Y de algún que otro conocido,
sin remedio.
Yo entre libros y las pequeñas obras
de construcción
ni veo el tiempo pasar.
A continuación cito a Simone de Beauvoir
que fue el motivo ocasional de lo dicho:
En la vejez, deberíamos desear tener pasiones lo suficientemente fuertes, como para evitar replegarnos sobre nosotros mismos. La vida tiene valor mientras uno atribuya valor a la vida de los demás, mediante el amor, la amistad, la indignación y la compasión.“