Me he pasado todo el día tratando de encontrar algo que decir para escribir.
Ha sido en vano.
Varios intentos mentalmente fallidos.
Necesito encontrar la clave, tener la primer línea,
o la última,
pero tener el pie de arranque.
No es fácil.
Tengo años de escribir
y no tengo la fórmula mágica.
Pienso que no la hay.
No sé precisamente cómo es
y sin embargo lo hago con frecuencia,
a veces todos los días.
Cuando me cae la peseta como dicen,
procedo en el acto a escribir.
De lo contrario se me escapa el asunto y vuelvo al vacío.
El tema es secundario para mi,
viene con la inspiración,
es un solo paquete.
Y después es cuestión de trabajo.
No es fácil este oficio.
Hay que ser sumiso y agradecido.
Ya casi me voy a la cama.
Si antes viene la inspiración escribo,
y si me acuesto y viene la inspiración,
me incorporo y escribo.
Escribir. Escribir.
Y todo esto siendo que soy un poeta de mentirillas.
Cómo harán los de verdad.