Sentir es la clave.
Sentir lo que se siente mientras se siente.
Hay que aprender.
Parece mentira pero no es como soplar y hacer botellas.
Sentir mientras se sienten los sentimientos que se sienten.
Y es que no hay cómo bajarse del carruaje de la vida y detenerse a sentir.
Todo sucede mientras se va en curso.
Como el río tumultuoso que pasa, siendo que nosotros somos ese río.
Es una acrobacia intelectual, ontológica.
Hay que aprender.
Pero se aprende.
Si o si.