Viendo en la tele a Matt Monroe.
“Que todo pasa, todo pasará”.
Murió a los 58.
Me llama la atención que tuviera ya el aspecto de un señor,
como un burócrata maduro, cauto en sus maneras.
Y es que recuerdo bien que a esa edad
yo me sentía joven, emprendedor.
Veía el mundo frente a mi,
con ganas entrar impresionado,
por sus mágicos senderos
y vivir la vida.