Roderico Rodríguez, escritor costarricense

No tengo prisa en el camino

Antes, hace unos pocos años,
creía implícitamente que yo era para siempre,
eso cuando por acaso lo pensaba,
pues ese tema era prácticamente inexistente para mí.
Y si se daba el tema de la muerte,
era sobrentendido que era la de los otros y qué pena y todo eso.
También tenía aproximaciones intelectuales y filosóficas al asunto.
Es así que he estado ocupado viviendo
y he llegado en un repente a los 80 años.
Me tomó por sorpresa algo tan natural.
Se esfumaron los años.
Y ahora resulta que mi vida se ha enlentecido,
me demoro en el momento,
no tengo prisa en el camino.