El tiempo está ahí en el espacio sideral,
lo llena todo como un océano en su lecho.
Nosotros vamos navegando
a travez de esa inmensidad.
Y vamos en el instante
cual aeronave en su pista.
El presente es el único tiempo que hay.
(El presente está solo, dice Borges.)
Un momento inagotable que es el ahora, instantáneo y eterno.
Nosotros somos el intervalo, la interrupción.
Y así venimos a ser los demiurgos del futuro y del pasado.
Si así no fuera
seríamos solamente un ser vivo más,
como las vacas y los pájaros. En un único y solitario presente.