Siempre que sucede igual
me pasa lo mismo.
Tengo días de días de no escribir,
nada se me ocurre.
Me da horror de solo pensar
que no pueda volver a hacerlo.
Esa ausencia me mortifica mañana, tarde y noche.
Es preciso que algo me suceda.
No se qué, pero tiene que acontecerme.
Sin escribir no me interesa vivir mi insulsa vida,
esa es la pura verdad.