Paró la lluvia
y a través del silencio se oye
el arrullo de las las palomas en los árboles,
el rugir de motores en la ciudad;
es hora pico.
No tuve tiempo de leer hoy,
pero algo escribí que me satisface.
Y ojalá que salte la liebre de la inspiración,
para escribir algunas líneas antes de finalizar mi día.
Y mejor dormir sin sueños,
para comenzar a soñar mañana, cuando despierto.
