Para mi es una friega vivir,
a veces,
porque soy intempestivo.
Y después me lacera la culpa,
me da pena propia y ajena.
Y tiene que pasar rato
para que se calme el oleaje interior
amargo,
que se apodera de mí.

Para mi es una friega vivir,
a veces,
porque soy intempestivo.
Y después me lacera la culpa,
me da pena propia y ajena.
Y tiene que pasar rato
para que se calme el oleaje interior
amargo,
que se apodera de mí.