Me acuerdo de Mata Viejas,
que así se le conoció toda la vida después del hecho.
Quién sabe qué problemas familiares de pareja tendrían.
Lo cierto es que Él la mató a su esposa. Al menos ese era el consenso de la comunidad.
Se cuenta que el sábado que la mató
salió de compras a la ciudad, como era costumbre.
Y que le dijo al verdulero y a otros que estaban presentes, que mejor se regresaba pronto
a la casa,
porque tenía el mal presentimiento de que a su mujer,
le hubiera pasado algo malo.
Vean ustedes qué ingenuo el cara de barro. Y hasta le creyeron. Porque, de veras, al volver Mataviejas a la casa, la mujer estaba muerta. Y a él nunca se le acusó de nada.
Y por el resto de su vida siguió viviendo solo
y yendo los sábados al mercado a hacer las compras.