A caray!
Me ha tocado levantarme a estas horas sagradas de la noche,
las 12.15,
era sábado cuando me acosté
y ya es domingo.
Solitario en altas horas de la noche.
El tiempo viaja nómada y frío
a través de las estrellas, inagotable,
sin destino conocido.
Y nosotros en nuestro patio familiar,
el planeta Tierra,
jugando de casita.
