Yo estoy en las últimas,
bien que lo sé.
Lo que es del todo estrambótico es,
seguir viviendo la vida a sabiendas,
como si nada,
dócilmente camino del final.
Eso de nacer, vivir lo que hay que vivir y después morir,
parece cosa de película,
no lo entiendo bien todavía.
Y tengo que aprendérmelo pronto,
a güevo,
para no estar desprevenido en el último instante.