Primero fue Danny el que murió,
accidentalmente,
y después su hermano, David,
que me parece fue de soledad.
Ambos podrían estar aún en este mundo,
Danny pintando y haciendo arte, que a pesar de su alcoholismo, lo hacía tan bien.
A mi me encanta la pintura de Danny, el dibujo, el color, el motivo.
Era un gran artista entorpecido por el alcoholismo,
pero aún así, producía para sobrevivir.
David por su parte, era el hermano mayor, que hubiera podido ser un buen pintor,
no alcanzó a dar el paso
para destrabarse del conflicto religioso en que lo sumió su familia.
A Danny por supuesto le pasó igual,
pero fue una víctima por pasiva de su padre y su madre, religiosos profesionales.
David en cambio tenía resentimiento del yugo religioso familiar y no era creyente,
pero el pobre se quedo frenado en una incertidumbre que abarcó su vida.
Ambos, amigos queridos,
eran inteligentes y buenas personas,
cuyas vidas fueron entorpecidas por la religión instilada en sus vidas por el padre, pastor religioso, y la madre, ama de casa.