Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Avance irrevocable y suicida

Llega el día por el oriente
y hace su recorrido hasta hundirse
en el extremo oeste del mundo.
La tierra gira como un trompo
y va exponiendo su cara al sol.
No hay incertidumbre ni vacilación alguna,
el avance de la luz es irrevocable
y suicida.
Su rutina es disolver las sombras de la noche,
y más tarde,
ser disuelta por ellas.