Si no me equivoco fue Elena Garro quien menciona en uno de sus libros,
«Los papelitos medicinales» de aquellos tiempos.
Y entonces recordé a don Luis Vasco,
el boticario de la esquina de mi casa,
cuando me criaba.
Noble persona don Luis,
siempre de manga larga con mancuernillas,
en aquellos calores asfixiantes de Esparta.
En esos tiempos lejanos
el boticario hacía en la práctica de médico del pueblo.
Y mezclaba ingredientes en el molcajete,
y hacía preparados que envolvía
como los famosos “Papelitos de don Luis“,
que todo lo curaban.
