Desde que me acuerdo,
mi natalicio viene siempre acercándose
sin ruido, imperceptible,
sin que yo lo note.
Ahora si no es Lucía que se acuerda
y me regala y hace un almuerzo,
nadie,
ni yo me acuerdo.
Y el día pasa como si nada.
Soy un iletrado sentimental.
Y he venido a la poesía
para aprender a sentir
lo que se siente
al sentir.
