Roderico Rodríguez, escritor costarricense

Al final, agazapada

Hoy es 28 de enero,
primer mes del año.
No comprendo cómo puede avanzar tan veloz
el tiempo para mi.
Y digo para mi
porque soy yo quien lo siente así.
Y no es porque esté a la espera de algo que no me agrade
y quisiera más bien que se aleje.
Claro que al final, agazapada,
está la pelona,
pero eso me tiene sin cuidado.
Una vez muerto ni cuenta se da uno.
La única explicación que se me ocurre entonces,
es que vivo en un tiempo vital lentificado,
mientras la vida va a todo gas.
Me sucede desde hace casi tres meses
cuando cumplí mis 80.
Y lo cierto es que ya me voy acostumbrando.