El tiempo es
como la faja de montaje
en el establecimiento de la vida.
No acaté a saludarlo a Chichí
y ahora es imposible
porque está muerto.
Es de madrugada cuando me asalta ese resquemor.
Adormilado tengo que espabilarme.
Soy instrumento de la voluntad.
El cauce de las letras fluye revuelto.
Letra por letra debo tomar el dictado.