Yo he querido siempre honestamente ser yo.
Y no engañarme y no engañar.
Y me he desvelado y batallado por años de años.
Y no he quedado del todo satisfecho,
porque si bien yo soy yo,
gran parte de ese yo
es desconocido para mi.
La vida prenatal, la niñez y gran parte de la adolescencia,
no solo son arcanos
sino que pueden ser equívocos.
Y es imposible penetrar ahí,
y salir airoso,
por más ayuda psicológica que se tenga.
Es imposible edificarse a uno mismo con base en lo vivido en esa primera etapa de la vida, es deseable, pero no es posible.
Se especula que, al parecer en tiempos remotos, el Homo Sapiens tenía un período de gestación mucho mayor en el vientre materno, y nacía consciente y más desarrollado y apto para enfrentar la vida por si mismo.
Pero esto, en aquellos tiempos primitivos de la vida al descampado y expuesta a los peligros del mundo salvaje, implicaba serias dificultades de movilización y por lo tanto de sobrevivencia para la madre, que es lo mismo decir la especie en este caso.
Las dificultades de movilización de la madre provenían seguramente, de unas caderas mucho más anchas, como decir ancas, y de la carga de un feto ya desarrollado en su vientre.
Y fue así, al parecer, que por evolución a lo largo del larguísimo tiempo, el Homo Sapiens terminó viniendo al mundo prematuramente, completamente desarmado de conocimientos y condiciones físicas, para propiciar la sobre vivencia materna, que como se dijo, lo es de la especie.
Y bien, volviendo al tema central, el único camino posible a seguir en el desarrollo de la persona,
es el camino de uno mismo, lo que parece una contradicción, pero no es así.
Ese uno mismo que es el único camino a seguir,
es el uno mismo que hay que construir,
a imagen y semejanza de ese uno que uno quiere ser.
El individuo tiene que clarificar sus aspiraciones en un esfuerzo consciente y continuo, y luchar por irlas conquistando en su vida.
La honestidad personal es piedra angular en todo este tema.
En conclusión, la vida es la aventura de la construcción de uno mismo, en medio de las complicaciones que supone la existencia, pero a partir de la libertad central del individuo.
Y es por esa razón básica que, entre los sistemas de organización social que conoce el mundo, con todo y sus limitaciones, la democracia es el mejor, porque se sustenta en el individuo.
Pedir más es gula.