Siento mi libertad encapsulada, muere mi sentido.
Un viento pegajoso recorre las olas de mi gracia. Un silencio lacerante se oculta en mi espuma viscosa.
La luna no se ve, la verdad se me derrite y en el fondo irracional del abismo, mi vehemencia solicita la dulzura.
¡ Cómo puedo ser ángel o demonio para dudar de una textura luminosa ?
No atrapo mi mayor miseria, la levadura del alma se contrae, no libero la mariposa con gracia !
¡ Ámame, sal de los sabores, tócame, sendero del amor, siénteme, pan del sacrificio !