Adolescencia


¿Cuánto tiempo más?
Sudo

Alberto Avilés


Adolescencia

Crecí con centellas,
dueño de un mundo de soldados de plomo
y furgones miniatura.
Viajé por planetas de barro
para alcanzar el sol al acostarse.

La Muerte estremeció mi comprensión
al mutilarme con un rayo.
Corrí sin el ritmo del tiempo:
la angustia fue un sudor de medianoche;
los años volaron
esculpiendo el templo de mis sensaciones.

Quince campanadas
anunciaron la nieve en el desierto;
mis ojos sangraban impotentes de miedo.
Los pulpos de mi océano
devoraron mis barcos de papel.

Lloraron los ángeles,
mi universo de algas,
las dulces campanadas del estigma.
Las luces se apagaron,
el opio fue sonrisa
y la danza de los gnomos gigantes
aplastó aquella soledad creciente.

Los años fluyeron sin miel entre los labios,
hasta morder el suspiro
de los mitos quebrados.