A veces siento el estoque de la soledad.
Una vivencia, un sentimiento huérfano, una hoquedad.
Me aterra.
Soledad de mi
en el espacio-tiempo infinitos, metafísica.
Y soledad del otro que también soy yo, de sangre y hueso,
en el mundo.
Vivencia desnuda.
Íngrimo en el mundo
como en el más allá.