Retorno a la Eternidad
Alberto Avilés
Papá
Lágrimas ácidas liberan los astros,
el último grillo ha enmudecido
y un gallo ciego,
canta anticipado
la desnudez del sol.
¿ Quién sabe
adónde se dirige la ambulancia que percibo,
entre el lamento de la luna nueva
y este riachuelo de metal ?
Mi leona me ha reconocido,
respiro en silencio
y transito el camino que he aceptado.
Sin títulos, sin hijos y sin carro,
me siento completo:
el amor me circula,
el odio ya no.
Cargo en cada célula
el estigma del dolor y la virtud.
La envidia devora mis huellas,
la calma me huele a azufre
y Te encuentro en lo profundo de mi soledad.
Todavía sudo imágenes
y las sombras huyen al amanecer…
¿ Cuándo cerraré los ojos
para juzgar el verdugo de la vida ?…
¡ Todo es ilusión…
menos Tu amor !