La nostalgia y la recordación son
juegos de la mente con el tiempo.
O juegos del tiempo con la mente.
Uno o lo otro, qué importa.
Nos vamos por el hilo continuo de los momentos pasados hacia atrás,
y tratamos de reconstruir lo sucedido.
Y quisiéramos poder introducir variantes aquí o allá.
Cambiar lo que fue por lo que pudo haber sido.
Y flotando en la evasión del tiempo subjetivo vamos
hasta que, de frente,
el duro momento irrevocable del ahora,
nos vuelve a la realidad.
El presente está solo dice Borges.
El pasado pasado y el futuro por venir.
Nuestro tiempo es
una preciosa moneda imposible
de tres caras.